Se conoce como ‘Millennial’ o ‘Generación Y’ a los jóvenes que alcanzaron la mayoría de edad en la primera década de este siglo y crecieron en un entorno de prosperidad y de aparición de nuevas tecnologías. Una generación bien formada, innovadora, que se mueve por vocación y con una elevada autoestima. ¿Pero qué hay de la siguiente generación? ¿Qué ocurre con aquellos que ahora están cursando la ESO? Son adolescentes que están creciendo en una época de cambio y sobre los que planean, desde que tienen uso de razón, conceptos como crisis, indignación, desempleo, recortes y un sinfín de palabras que sus hermanos mayores raramente habían escuchado.
Pues bien, con la vocación de conocer de manera más académica la situación de estos jóvenes para acompañarles mejor y atender sus necesidades, Fundación Adsis elaboró el estudio ‘El futuro comienza hoy’. En el informe, en el que han participado cerca de 3.000 estudiantes de ESO pertenecientes a 24 institutos de Secundaria procedentes de todo el Estado español y que nacieron entre 1997 y el año 2000, se presta especial atención a las respuestas que ofrecen los y las adolescentes que se encuentran en riesgo de exclusión social. Que es, precisamente, el colectivo mayoritario con el que trabaja Fundación Adsis.
Y las conclusiones que desvela el estudio son claras y contundentes:
El 18,4% de los y las estudiantes de ESO tiene carencias económicas severas que condicionarán su futuro educativo. Se trata de adolescentes que viven en hogares con padres sin trabajo (63%), que tienen dificultades para pagar el alquiler o la hipoteca (70%), para pagar imprevistos (87%) y no pueden comer carne o pescado al menos tres veces por semana (75%).
Estos jóvenes tienen menos acceso a actividades y apoyos de carácter extraescolar, con lo cual su rendimiento se ve notablemente afectado. Tanto es así que en comparación, su desempeño académico es un 24% más bajo que el del resto de estudiantes y un 61% de ellos ha suspendido 3 o más asignaturas. Para Carlos Melgar, director general de Fundación Adsis, «estos datos muestran una vez más que el futuro educativo de los jóvenes con dificultades con los que trabajamos va a ser más complicado al no contar con las mismas oportunidades que el resto».
‘El futuro comienza hoy’ también pone en evidencia que estos jóvenes se sienten menos valorados y apoyados por su entorno que el resto de estudiantes de ESO y cómo sus expectativas de éxito también son más bajas: un 37% cree que no alcanzará sus aspiraciones y un 30% no sabe si acabará la ESO o cree que no lo hará.
El empleo y el color del futuro
Los jóvenes post-millenials analizados en el informe de Fundación Adsis se muestran muy conscientes de las dificultades para conseguir un buen futuro (el 50% ve el futuro negro o incierto) pero confían plenamente en sí mismos (el 78% creen que alcanzarán sus aspiraciones) y en el valor del esfuerzo para conseguir sus aspiraciones (el 87% está dispuesto a esforzarse para alcanzar sus aspiraciones).
Pero ¿qué hay de sus perspectivas laborales? El estudio identifica tres perfiles entre los estudiantes de ESO a partir de las aspiraciones que quieren alcanzar: vocacional (37%), que quiere trabajar en lo que les gusta y su prioridad es conseguir un empleo estable que cubra sus necesidades; familiar (34%), su prioridad es establecerse económicamente y formar una familia; y por último el ambicioso (29%), que quiere formarse y conseguir un buen empleo.
La voz de los jóvenes
Queremos resaltar la voz de los auténticos protagonistas: los adolescentes que han participado en el informe a través de sus propias declaraciones. Estas son algunas de sus declaraciones:
«Aquí los profesores son diferentes, más cercanos. En otros sitios se ciñen a dar la clase y se van. Aquí no; te explican todo lo que necesites aunque sea fuera del horario. Siempre tienen tiempo para ti. Incluso te dejan aportar ideas para añadir a la materia que tienen prevista». Centro de Jóvenes Basauri (Vizcaya)
«Veo el futuro de la sociedad de color marrón, porque no sé cómo irá. Todo depende del trabajo. Si no hay trabajo, irá todo mal. Si hay trabajo tendremos casa, dinero para comer y para ayudar a la gente». Centro de Jóvenes Paradoja (Madrid)
Y por último señalar que los jóvenes necesitan apoyos humanos «vocacionalmente comprometidos» y apoyos técnicos que les ayuden a construir las bases de un futuro con igualdad de oportunidades e integrado en la sociedad. Chelo, una joven de 20 años, los ha tenido y gracias a su lucha personal y al acompañamiento de los educadores de Fundación Adsis, ha conseguido sus tres sueños.