La SEGIB quiere que los jóvenes pongan nombre a tu futuro a través de un programa de movilidad entre la comunidad iberoamericana dedicada a estudiantes, profesores e investigadores.
Es un viejo sueño al que se aspiraba desde hace años pero que tuvo su impulso definitivo en la Cumbre Iberoamericana de Veracruz 2014. El ‘Erasmus’ Iberoamericano va cogiendo forma y según Rebeca Grynspan, Secretaria de la SEGIB, para 2020 se espera que 200.000 jóvenes de los países de habla hispana y portuguesa puedan haberse beneficiado de esta movilidad.
En un primer paso la idea es que este Erasmus iberoamericano otorgue becas de entre 3.000 y 4.000 euros para estancias de hasta seis meses. En las universidades que incluyan prácticas obligatorias para graduarse, estas también entrarán en el programa. Y a la larga establecer relaciones con el Erasmus europeo. Grynspan asegura que no quiere centralizar todas las ayudas, sino conseguir el apoyo de instituciones privadas. En 2012 había en Latinoamérica 20 millones de universitarios, y la intención es que se duplique la cifra en el 2025.
“Latinoamérica es una región a la que se ve con optimismo, donde casi sin excepción los países han entrado a la categoría de países de ingreso medios”, recordó Grynspan. “Varios son ya de ingresos altos y otros son considerados emergentes. En el G20 tenemos a Brasil, México y Argentina”. Dos de cada tres universitarios pertenecen a la primera generación que accede a la universidad en la familia.
Iberoamérica ya tiene claro cómo copiar el modelo de las becas Erasmus europeas. La secretaria general Iberoamericana (SEGIB), Rebeca Grynspan, de la mano de Banco Santander, pondrá en marcha la Alianza para la Movilidad Académica Iberoamericana. Los estudiantes podrán elegir el nuevo nombre de la beca, a través de la campaña Ponle nombre a tu futuro, lanzada por la red social a través de la SEGIB y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Y tú ¿qué nombre le pondrías? ¡Participa en Ponle nombre a tu futuro!