Doctor en Economía y directivo de Deusto Business School, Iñaki Ortega acaba de publicar su nuevo libro ‘Millennials, inventa tu empleo’ (editado por la Universidad Internacional de La Rioja dentro de su colección ‘UNIR Emprende’). En esta obra identifica a la generación del milenio -«jóvenes creativos que son los llamados a sacarnos de la crisis»-, retrata a quince millennials españoles y recoge consejos de diez empresarios visionarios. Según Ortega, los emprendedores «son los nuevos rockeros porque emprender hoy es una suerte de inconformismo activo para cambiar el mundo y hacerlo mejor».
-¿Cuáles son las características que definen a los millennials?
Están entre los ventitantos y los treintantos años y no son, como algunos les han etiquetado, frívolos y perezosos, sino los inventores de la economía colaborativa, los protagonistas de las revoluciones que demandan democracia en medio mundo, los actores de la nueva innovación abierta en las empresas, los emprendedores que hacen que nuestra vida sea mejor, los empresarios que contratarán a nuestros hijos, los nativos digitales que nos permiten trabajar menos y, por supuesto, los llamados a sacarnos de la crisis.
-¿Es un fenómeno global, es decir, comparten los mismos valores en Europa, América Latina o Asia?
Los jóvenes millennials emprenden porque es la herramienta que les permite ser consecuentes con su forma de ser. Tecnología, libertad y creatividad se fusionan en las miles de empresas que se crean cada año en nuestro país. Los emprendedores hoy son nativos digitales y sin esa hiperconexión no entienden las relaciones sociales pero tampoco el trabajo. Frente al estereotipo de su narcisismo y falta de compromiso están protagonizando las demandas de democracia desde el norte de África a Hong Kong. Son los inventores de la economía colaborativa que pone el acento en el uso de los bienes y servicios frente a la propiedad que está arrasando en sectores como el turismo.
-Los jóvenes padecen tasas de desempleo del 50% en España y están emigrando a otros países. Un mal panorama…
Los jóvenes del milenio están inventándose su empleo, creando nuevas empresas, pero también ideando nuevas profesiones y generando nuevas necesidades que ellos nos satisfacen. No lo tienen fácil pero a diferencia de otras generaciones el futuro lo escribirán ellos.
-¿Qué pueden aportar a las grandes empresas?
Hoy es difícil encontrar una gran empresa que no se apoye en la innovación abierta. Por mucho talento y buenas ideas que haya dentro de una empresa siempre habrá más y mejores fuera de ella. No tener en cuenta este nuevo paradigma económico es desperdiciar oportunidades, cuando no estar abocado a la bancarrota. En la empresa, durante mucho tiempo, se pensó que las grandes ideas solo podían surgir en el seno de una gran compañía fruto de la acumulación de recursos y talento. En esa lógica las innovaciones debían de ser protegidas con patentes, con el secreto industrial o incluso aislando los laboratorios del resto de la organización, para mantener la exclusividad y así poder recuperar la ingente inversión. La economía de nuestros días, basada en la capacidad de desarrollo de nuevos productos y servicios que permitan competir, ha demostrado lo erróneo de esa forma cerrada de pensar y actuar. Son muchas las empresas en todo el mundo que se están beneficiando de este nuevo torrente de innovaciones: General Electric, 3M, Procter&Gamble y en España con Telefónica, BBVA y Ferrovial a la cabeza, son ya habituales las convocatorias abiertas al ecosistema emprendedor e innovador para que ayuden a resolver los numerosos retos a los que se enfrentan en estos momentos las grandes corporaciones. Algo que hoy tienen muy presenten las grandes empresas en todo el mundo y en todos los sectores, para no acabar destruidas por la creatividad de nuevos jugadores como Amazon, Uber, PayPal, AirBnb o Whatsapp.
-Si tuviera un hijo de 14 años, ¿hacia qué estudios debería orientarle para que aumentaran sus opciones de encontrar un puesto de trabajo?
En mi libro pretendo mostrar cómo son los millennials, entenderles y comprender cuáles son sus aspiraciones. Llevo trabajando con ellos los últimos diez años y puedo afirmar que ya han comenzado a inventar sus propios empleos, creando nuevas empresas; ideando nuevas profesiones y generando nuevas necesidades. Pero eso sí para lograr sus objetivos esta generación no tendrá más remedio que tener muy en cuenta la llamada regla de las cuatro S (de STEM, Startups, Sharing Economy y Switch). Es decir, deberán tener una sólida formación en STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematicas -ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas-). Utilizarán las Startups para inventarse su propio empleo y contratar a otros. Tendrán que aprovecharse de la Sharing Economy o economía colaborativa para tratar de solucionar los problemas sociales del mundo. Y sobre todo, tendrán que estar dispuestos a cambiar continuamente de profesión, industria o país (Switch).
-Dice que minijobs y freelance serán términos habituales en el futuro, que habrá que acostumbrarse a los cambios continuos de profesión y residencia. ¿Nos olvidamos definitivamente de los empleos estables?
Las carreras profesionales evolucionarán de un modo hasta ahora desconocido. Varios empleos simultáneos, alternaremos contratos por cuenta ajena con el autoempleo y prestaremos nuestro talento a varias grandes y pequeñas empresas a lo largo de nuestra vida laboral. En muchas ocasiones priorizaremos nuestra vida personal y trabajaremos menos, desde casa, con horarios a medida o simplemente nos tomaremos un año sabático. Minijobs, freelance o startups serán términos habituales en el futuro cercano del trabajo. Para los millennials ese futuro ya está aquí. Son los jóvenes que se han hecho mayores con el nuevo milenio. En 2025, como he dicho anteriormente, constituirán el 75% de la fuerza laboral mundial. Las economías y las empresas más dinámicas de todo el mundo están dando pasos para que ese nuevo talento se trasforme en riqueza y empleo.
-Su libro se titula ‘Millennials, inventa tu empleo’. ¿Se crearán muchos empleos que ahora no existen en las próximas décadas? ¿En qué sectores?
La velocidad de las innovaciones tecnológicas está provocando, como el Departamento de Trabajo de Estados Unidos ha puesto de manifiesto, que el 65% de los trabajos de los próximos años aún no se hayan inventado. Los más prestigiosos observatorios sitúan esos futuros nichos en la salud, en la agricultura, en la energía limpia y en las smart cities. Con nuevas profesiones como tecnobiólogos, analistas de big data, ingenieros de drones o matemáticos corporativos que se unirán al grupo de los ya muy demandados empleos, como son los especialistas en SEO-SEM, los nuevos maestros expertos en MOOCs o los programadores. A nadie se le escapa que este potencial de creatividad es una oportunidad para quien sepa aprovecharlo y por eso todas las grandes compañías han puesto el foco en los millennials no solo para contratarles o usar sus innovaciones sino para conocer mejor a los nuevos clientes de sus productos y servicios.
-¿En el futuro las startups y micropymes generarán más empleo que una multinacional?
En mi libro entrevisto a alguna de las mentes más visionarias de nuestro país, entre ellos Carlos Barrabés, y hago mías sus palabras sobre la cuestión que me preguntas. “Hoy el sueño de un muchacho es montar una empresa. Alrededor de este gran potencial han surgido multitud de formas de apoyo, tanto institucionales como privados, que aportan capital, conocimientos, acceso, etc. Los programas de apoyo a emprendedores se cuentan a cientos en el mundo, cada vez más con metodologías y formatos similares. A medida que se democraticen los medios para crear, la economía será cada vez más una economía del emprendimiento. Dentro de este movimiento emprendedor es especialmente relevante el papel de los emprendedores sociales, que consiguen conectar las soluciones globales con las necesidades locales.“
-Habla de la creciente importancia de la economía colaborativa y de los emprendedores sociales, con ejemplos como Uber. ¿Se sigue viendo la tecnología como un gran destructor de puestos de trabajo? ¿Cómo vencer esa resistencia?
En el libro hablo de que los emprendedores son los nuevos rockeros, con ese símil se expresa cómo para los jóvenes del milenio emprender se ha convertido en una filosofía de vida. Del mismo modo que en los años 60 el rock and roll supuso una rebelión contra las normas sociales y políticas de la época, hoy emprender es una suerte de inconformismo activo porque es la vía para cambiar el mundo y hacerlo mejor. Bill Drayton, el fundador de Ashoka, la red global de emprendedores sociales, explicaba hace unos años en la revista de la universidad de Harvard su teoría de las cadenas híbridas de valor, en virtud de la cual las grandes compañías y las entidades sociales trabajando juntas con emprendedores pueden resolver los más importantes problemas del mundo sin renunciar ninguno a sus intereses. No es caridad y no es solo negocio, es ser innovador para salvar el mundo. “Los emprendedores sociales no se conforman con ofrecer un pez al que tiene hambre, ni siquiera con enseñarles a pescar sino que no descansarán hasta revolucionar la industria del pescado”
-¿Cuál debería ser el papel de las administraciones? Supongo que también tendrán que cambiar su visión de la realidad porque se está transformando a una gran velocidad.
Vivimos una época de cambios profundos y rápidos. Esa velocidad está causando que las soluciones sean más lentas que el crecimiento de los problemas. Por ello es necesario alinear los agentes que pueden hacer cambiar esa tendencia. Los emprendedores sociales lo llaman co-creación. Un proceso colaborativo entre iguales: grandes empresas, administraciones, instituciones financieras y emprendedores que, juntos, co-diseñen y co-implementen nuevos y mejorados bienes y servicios. Ningún ámbito quedará fuera de la influencia de la nueva forma de pensar de la generación del milenio. La política no será la excepción y nuestro país tampoco.
En otro cambio de época como el que estamos viviendo ahora, en el siglo XVIII, el pensador inglés John Locke se atrevió a cuestionar los métodos educativos de la Universidad de Oxford por su falta de empirismo y defendió adaptarse a los nuevos tiempos. Oxford sobrevivió y sigue siendo una referencia. Hoy, como en aquel momento, solo pervivirán o seguirán en política los que se adapten a un nuevo tiempo marcado por la ejemplaridad, la meritocracia y la cercanía. Los millennials, como hemos visto, son globales, colaborativos, defienden su libertad y la de los demás. Ese es el ejemplo que pueden ofrecer a la política.
-El País Vasco llegó a liderar la industrialización en España y sigue ocupando un lugar privilegiado. ¿Está preparado para afrontar esta nueva era laboral y social?
Sin duda, pero el País Vasco no puede dejar de aplicarse la regla de las tres Ts que hace unos años el economista americano Richard Florida explicó en su libro ‘Las clases creativas’: Tolerancia, Talento y Tecnología.