José Manuel Salazar-Xirinachs, subdirector general de Política de la OIT, tomó parte en una de las mesas plenarias del Bilbao Youth Employment Forum. Una oportunidad para analizar el desempleo juvenil, una cuestión compleja que supone «una tragedia humana para muchas sociedades». Precisamente la dimensión de este problema y la necesidad de que los gobiernos aporten soluciones y esperanza a los millones de jóvenes que no logran acceder al mercado de trabajo, son los motores que impulsan Pegasus, la iniciativa de Novia Salcedo Fundación en busca de una Década del Empleo Juvenil para el periodo. Salazar-Xirinachs definió esta campaña como «una idea visionaria de futuro que tiene mucho mérito, ya que es un tema que está muy bien identificado». Aclaró que no sólo se trata de una opinión personal, sino que desde la propia Organización Internacional del Trabajo se ve como «algo muy positivo». Además, recordó que «la clave son los gobiernos, a los que la Fundación debería acercarse y trabajar con ellos. Si hay una coalición de gobiernos que quiera impulsar la idea nuestra función como entidad técnica de Naciones Unidas es apoyarla, y lo haremos con mucho gusto».
Mientras se dan los pasos necesarios para seguir concitando apoyos hacia Pegasus, Salazar-Xirinachs abordó otras cuestiones relativas al mercado laboral. Por ejemplo, ¿en qué región del mundo tendría un joven más posibilidades para emplearse? «Hay estadísticas que muestran que la probabilidad más alta para que los jóvenes tengan trabajo es cuando se da la combinación de una economía con alto crecimiento, con sectores dinámicos y donde hay un mayor nivel de cualificaciones que incluyan ciencias, ingenierías y matemáticas, ya que en términos de mercado laboral hay una gran demanda para muchachos con ese tipo de especialidades». Una pregunta que, según dijo, deberían formularse los adolescentes y sus familias antes de optar por la universidad o un centro de FP. «No necesitan mirar a un país u otro, sino que dentro de su país, a la hora de escoger una carrera, deben tener en cuenta, además de sus gustos, qué es lo que les puede ofrecer mayores oportunidades de empleo y de llevar una vida digna», expuso.
Desarrollo industrial
En el caso de España, con un crecimiento económico aún muy débil que no termina de traducirse en una reducción importante de las tasas de desempleo, el representante de la OIT afirmó que «la recuperación no puede ni debe pasar por otra burbuja como la inmobiliaria, de manera que el gran reto que tiene el país es descubrir qué sectores dinámicos se pueden promover». Aprovechando su presencia en «una de las zonas más industrializadas», recomendó al Gobierno que apueste por el desarrollo de ese sector. «El futuro está más en volver a esa tradición industrial fuerte, sin olvidarse de la agricultura y los servicios, que en regresar a la construcción», sostuvo, ya que la industria aporta «ventajas de dinamismo, de aprendizaje, de economías de escala y de competitividad global».