La quinta edición del BYEF (Bilbao Youth Employment Forum), que se celebró ayer en el Bizkaia Aretoa de la UPV/EHU, por la mejora de la empleabilidad, fue un éxito. El alcalde Juan Mari Aburto abrió el encuentro y mostró su postura frente a la cuestión del empleo juvenil. «La juventud es el mayor activo que tenemos y nos lo tenemos que creer de verdad-dijo-. No podemos usarlos y tirarlos como si fuera la cultura del clinex». Destacó, además, que Euskadi en concreto tiene «una juventud con gran preparación».
El presidente de la Fundación Novia Salcedo, Luis Cañada, intervino después y habló de problemáticas significativas como la «concentración de poder en pocas manos y la precariedad del empleo especialmente en jóvenes, mujeres, inmigrantes, mayores de 45 años, personas con discapacidad y personas con poca formación«. Con él coincidió el politólogo y profesor en la Universidad Carlos III, Pablo Simón, que calificó de “desastroso” el mercado de trabajo. En este sentido, manifestó que «el rostro de la pobreza antes era una mujer mayor, pero hoy tiene rostro joven».
Asimismo, planteó que le asusta la tasa de abandono escolar temprano. «En España un 19% no acaba la Educación Obligatoria y ese dato está empezando a crecer. Evolucionamos con el ciclo económico», alertó. La vicerrectora de la UPV/EHU, Txelo Ruiz, también dio la bienvenida a los asistentes y presentó el BYEF como «una oportunidad de compartir nuevos enfoques».
“NO DEJAR A NADIE ATRÁS”
A continuación comenzó la primera mesa redonda del BYEF, que moderó la Alta Comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno de España, Cristina Gallach. Para empezar, señaló el caso real de Holanda, donde se han dado cuenta que faltan personas para llevar a cabo una transformación ecológica de las viviendas. También apuntó que “en este país existe gente comprometida trabajando para no dejar a nadie atrás”. Para ello, puntualizó el director de Juventud del Gobierno vasco, Ander Añibarro, “el empleo juvenil debe ser prioritario”. En este sentido, Pablo Simón añadió que se están dando “pasos en buena dirección, pero muchas veces las políticas no están conectadas entre sí”. Puso el ejemplo de los servicios de empleo público, sobre todo fuera del País Vasco, que «son un desastre”. Como la mesa redonda incluía a los asistentes, un joven objetó que tuvo una mala experiencia con una oficina de Lanbide. “Soy ingeniero en paro desde hace dos semanas. Me dijeron que no podían hacer nada por mí porque estaba sobrecualificado”, se quejó. Un momento después la sala se llenó de aplausos. Añibarro lamentó tales hechos y pidió disculpas porque “trabajamos por corregir este tipo de situaciones», actitud que también aplaudió el público.
Por otro lado, el director de juventud lanzó una cuestión al aire. “¿Es mejor que el joven estudie lo que quiere o lo que se necesita? La vicerrectora de Jóvenes y Empleabilidad de la UPV/EHU opinó, contundente, que “ellos tienen que estudiar lo que les gusta, lo que les llene, aunque eso no quite reconducirse para que sea útil para la sociedad». Añibarro coincidió con ella. Simón afirmó que él vivió la época de los telecos. Cuando parecía que había que ser teleco y, de hecho, aseguró que tiene varios amigos telecos e incluso “no trabajan de ello”. “Es complicado anticipar cómo se van a comportar los mercados”, observó. Gallach preguntó a la vicerrectora si no le daba miedo “que estemos formando jóvenes para profesiones que no van a existir”. “Soy ingeniera industrial y trabajo en el departamento de informática. Antes no había informáticos -ilustró-. Lo que te proporciona la formación es la versatilidad, te reciclas. Es cuestión de voluntad. Hay que conseguir imbricar, cada vez hay menos distancia entre las letras y las ciencias”.
Sobre el paro, Añibarro dio algunos datos: “En enero de 2017 la tasa de paro era del 24,7 % y en el último trimestre de 2018 un 14,8%. Es una evolución positiva”. Recordó, no obstante, que “nosotros no creamos empleo, crean empleo las empresas”. La Alta Comisionada interpeló sobre cómo conseguir un empleo sostenible. Ruiz dijo que las personas deben ir “concienciadas”. El politólogo manifestó que “muchas veces los jóvenes no pueden optar y les parece mejor acumular curriculum que no tener trabajo”. Y añadió: “Las empresas que tienen I+D+i suelen ser más productivas”.
En cuanto a la “cuarta revolución industrial”, Gallach expuso el caso de una camisa que se había confeccionado sin que la tocase nadie. Ruiz observó que “alguien habrá tenido que hacer esas máquinas”. Simón matizó que «se van a sustituir las tareas, no los puestos de trabajo». No va a ocurrir como cuando desaparecieron los serenos con la llegada de los despertadores”. Expresó, asimismo, que “lo bueno que tienen las generaciones que entran ahora en el sistema es que son más adaptables” y que “el cuidado y la creatividad no son reemplazables”.
Ponentes y moderadora coincidieron en «la importancia de la transición del mundo educativo al laboral” y la significación de un “pacto” entre los distintos agentes que componen la sociedad. Simón, agregó que “este reto estratégico pasa por reformas integrales de diferentes aspectos. Es multifacético y multidireccional”. “El pacto es necesario -dijo la vicerrectora de la UPV/EHU-, en el momento que alguien se queda atrás estamos perdiendo”. “Y no debe ser un pacto de suma cero -matizó Gallach- debe ser un pacto de refuerzo multiplicador, si no no llegaríamos muy lejos. Tenemos que conectar mucho más, hablar más, pactar más, bajo el paraguas de la Agenda 2030”.
UN ESTUDIO SOBRE EMPLEABILIDAD PARA LOS JÓVENES
Después de un cofee-break para descansar, la Ikerbasque Research Fellow de BCAM , María Xosé Rodríguez-Álvarez, moderó la presentación de los resultados preliminares del Estudio ‘Modelo de Empleabilidad para los Jóvenes en la CAPV’, a cargo de Susana Franco, del Instituto Orkestra, y de Daniel Gómez, de Fundación Novia Salcedo. Desgranaron las conclusiones preliminares. Franco apuntó que han visto que “en la empresa pequeña hay más mujeres en plantilla y en puestos de dirección que en las grandes, pero aún así sigue siendo más bajo del que debiera ser”. Gómez indicó que el estudio muestra que el 82 % de los jóvenes que acuden la Fundación Novia Salcedo vienen del sistema universitario y el 18 % de la Formación profesional” y que el nivel de estudios de los progenitores “han marcado el de sus hijos. Pensábamos que el nivel de vida de una generación mejoraba la siguiente”.
Rodríguez-Álvarez avisó de que “muchos jóvenes no están ocupados en lo que han estudiado, lo que provoca un desencaje en el que las titulaciones superiores están desplazando a personas con menos formación de puestos que serían capaces de cubrir. Eso contribuye a las desigualdades”. El estudio también ha revelado que las mujeres tienen menos contratos indefinidos y a tiempo completo que los hombres o que hay más mujeres en Bellas Artes o carreras sanitarias que en ingenierías, telecomunicaciones o electrónica. En la FP, asimismo, en FP “el 100 % del área de Sanidad son mujeres y solo el 4,2 % de mujeres estudian electricidad y electrónica”, según la investigación.
MESA REDONDA DE EXPERIENCIAS PRÁCTICAS
Por último, sobre las 13.00 horas, tuvo lugar la mesa redonda de Experiencias Prácticas ‘Quién y Cómo se crea el empleo: integrando la perspectiva institucional, empresarial y la de los jóvenes’, moderada por la responsable de Investigación e Innovación social en NSF, Ana Diaz. La directora de Empleo y de Inclusión del Gobierno vasco, Amaia Arteaga, expuso que “el empleo del futuro se va a crear por tasa de reposición (jubilaciones)”. El director de Euskalit, Fernando Sierra, manifestó que “en el futuro las empresas nos vamos atener que mover y vamos a tener que trabajar con diferentes culturas. Y también vemos incertidumbre, antes era más fácil planificar”.
Fatma Mohamed Salem Bachri, la usuaria más joven de FNS dio voz a sus compañeros sobre la realidad del empleo juvenil, así como la situación de esta realidad para personas de otras culturas o países. Criticó un modelo que quiere “que vivamos para trabajar” y reivindicó un “empleo de calidad y digno para que no deje a nadie atrás”. “Un modelo que nos incluya, con habilidades socioemocionales y capacidad de empatizar, porque como personas no hay nada que nos enseñe en la Universidad”, ilustró. El coordinador general de Grupo Peñascal Kooperatiba, David Telleria Herrera, habló del colectivo de jóvenes sin formación, en el que hay “gente que se está quedando atrás” y reveló que “nos están demandando mucho personas educadas en valores y en actitudes, que en el sistema educativo no educamos, las damos por hecho. Si no educamos en valores lo estamos haciendo mal”.
La directora de Desarrollo de Personas de Egile XXI, Miren Alba, explicó que “no he sentido discriminación en su trabajo, afortunadamente” y que la digitalización “no es que venga, es que ya está, pero no es una amenaza, sino una ayuda y va a generar otros empleos”. “Todos podemos aportar algo –defendió-. No podemos esperar a que los demás empiecen a hacer. Hay que confiar”. Uno de los asistentes, Sabino Ayestaran, de 83 años, ha pedido la palabra para compartir su experiencia. “Siempre ha habido gente que quería una vida hecha –comenzó a decir-. En los años 60 marché a Lovaina (Bélgica), tenía que cambiar radicalmente, dejar lo aprendido y empezar una vida feliz”. Mostró que uno puede querer “que le hagan su vida o construir su vida”. Y sentenció: «Los que dan el salto, se transforman y cambian, son los que triunfan”. La sala estalló en aplausos.
La clausura del encuentro corrió a cargo del diputado de la Nación Argentina, Martin Medina, y del viceconsejero de Empleo y Juventud del Gobierno vasco, Marcos Muro. Medina, que confesó que no es «amigo» de los atriles porque “a los jóvenes hay que hablarles directamente” habló de la situación en su país y animó a “trabajar todos juntos como oportunidad”. Muro por su parte, aseguró que desde el Ejecutivo vasco “defendemos la idea de que los jóvenes tienen que ser los protagonistas de sus propias vidas”.