El pasado día 11 de febrero se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Aprovechando esta ocasión, la UNESCO publicó un informe de situación de la igualdad de género en el ámbito de la investigación y la ciencia. El informe en cuestión, que lleva por título “Para ser inteligente, la revolución digital tendrá que ser inclusiva”, no solo analiza la situación actual de las mujeres en la ciencia, sino que se pregunta cómo pueden éstas ocupar los puestos que merecen en áreas clave para el futuro como las matemáticas, la informática, la inteligencia artificial o la ingeniería.
En cuanto a la situación actual, el informe recuerda que tan solo una de cada cinco personas empleadas en sectores como la inteligencia artificial son mujeres. Y es que la brecha de género sigue estando presente en áreas que necesitan de una alta cualificación y tienen un gran potencial de cara a la posible evolución de la economía en el futuro.
Existen datos relativamente esperanzadores, puesto que la paridad de género en a nivel de grado y máster se va aproximando, pero esto no implica que se hayan solventado los problemas previos. En este sentido, el informe resalta la actual falta de oportunidades para las mujeres (el techo de cristal sigue siendo una realidad) y la existencia de barreras que dificultan su progresión en áreas como la investigación y el ámbito académico. Estas barreras y brechas de género se hacen más notables a medida que se progresa en los peldaños de las carreras académicas.
Las investigadoras ven cómo su trabajo tiene menos presencia en revistas científicas de prestigio, sus carreras son más cortas, peor pagadas y reciben becas menos cuantiosas que la media masculina. Esta falta de representación y reconocimiento público se hace notar en ámbitos como los congresos científicos (donde los hombres reciben el doble de invitaciones) o en las academias científicas nacionales, donde alrededor del 10% de los miembros son mujeres.
Para hacer frente a esta situación, el informe plantea la necesidad de repensar el propio sistema de incentivos y subvenciones, de manera que no solo aquellas mujeres que hayan superado las barreras puedan acceder a las carreras que desean. Es por esto por lo que las políticas de igualdad de género son necesarias si se quiere conseguir una transformación real.
Por último, el informe incide en la necesidad de reducir la brecha de género en los sectores que representarán una gran parte de los puestos de trabajo de calidad en el futuro. Si se quiere llevar a cabo una cuarta revolución industrial de una forma integradora e inclusiva, será necesaria la acción conjunta de gobiernos, instituciones académicas y empresas con el fin de dar a las mujeres las oportunidades y el reconocimiento que merecen. Solo en esa línea se conseguirá mejorar la situación actual.