La tasa de adolescentes que asisten a los centros educativos apenas llega al 38%
La cifra de jóvenes que pertenecen al colectivo denominado ‘ninis’ ha ido aumentando durante cinco años. Esta semana una encuesta sobre la población adolescente y juvenil, realizada por el gobierno guaraní a través de la Dirección General de Estadística y Censo (DGEEC) ha revelado que 279.783 jóvenes, entre 15 y 29 años, no estudian ni trabajan. De ellos, 89.466 tienen entre 15 y 19 años que se encuentran en esa situación, y en algunos casos no han terminado la educación básica. En el desglose del informe estadístico se refleja que 100.530 adolescentes fluctúan entre 20 y 24 años y otros 89.787 se encuentran en la misma situación, sin actividad fija ni formación educativa.
Por otra parte, casi el 50% de paraguayos y paraguayas de hasta 30 años se dedica exclusivamente a trabajar. Sin embargo la tasa que está asistiendo regularmente a centros educativos como universidades y colegios llega apenas al 38%. Este reporte también ha mostrado que el porcentaje de personas que se encuentran buscando un trabajo, si bien se ha reducido del 11% en el 2016 a 9,4% en 2017, todavía sigue muy elevado y está muy por encima de la tasa global de desempleo del último trimestre del año pasado (5,2%).
Desde el gobierno ya preparan una lista de propuestas, y se estima que para reducir la tasa de desempleo juvenil se debería crear 100.000 nuevos puestos de trabajo al año. Además de la demanda laboral y reducir los índices de desocupación, desde la Dirección de Empleos del Ministerio de Trabajo de Paraguay ya ha diseñado una estructura para ayudar a los ciudadanos a que encuentren un trabajo a través de una plataforma de información disponible en internet.
También en las Naciones Unidas ya se ha puesto en marcha, el compromiso para dar frente a este problema. Se trata de una estrategia denominada ‘Juventud 2030’ con el objetivo de fortalecer y aumentar los esfuerzos para ayudar a los jóvenes a que se conviertan en agentes de cambio tanto a nivel mundial como regional. La meta principal de este plan es que para el año 2030 todos los jóvenes del mundo se encuentren estudiando, trabajando o formándose de alguna manera para conseguir un empleo digno.