Urtzi Terroba es un joven vizcaíno asentado en Guatemala con tres proyectos emprendedores en marcha y una clara vocación empresarial y social
Su deseo de conocer mundo ha ayudado a Urtzi Terroba a tener claras sus ideas. Este joven empresario, nacido en Portugalete hace 30 años, lleva una década fuera de casa. Tiempo que ha exprimido al máximo, ya que ha participado como fundador o socio en la puesta en marcha de cuatro empresas. Nada más terminar sus estudios de Comercio Internacional en la Cámara de Comercio de Bilbao, decidió tomarse un año sabático acompañado de su hermano, que acababa de finalizar el Bachiller. “Pasamos ocho meses recorriendo una veintena de países y aquello cambió nuestras vidas para siempre”, destaca. Después de vivir esta enriquecedora experiencia eligió seguir recorriendo el mundo, aunque de una manera “más pausada”, estableciéndose en diferentes países y experimentando “vivencias increíbles”.
Tras pasar por Inglaterra, Singapur, Suecia, Argentina y Panamá, en la actualidad reside en Guatemala. Junto a tres socios más, fundó Clarity, una empresa de consultoría y software de gestión del conocimiento con sede en Panamá. “Como todo emprendedor que se precie, éste fue mi primer fracaso. Después de dos años, dejé el negocio por discrepancias con los socios”, indica. Actualmente participa como socio en tres proyectos empresariales en Latinoamérica relacionados con la innovación, la industria alimentaria y las nuevas tecnologías.
Bioarroz, presentado en el Global Forum of Innovations in Agriculture 2015 en Abu Dhabi, es un proyecto ambicioso que podría generar “grandes mejoras para la agricultura mundial”, advierte. “En Colombia, hemos desarrollado y patentado un proceso para transformar la cascarilla de arroz en fertilizante orgánico de alta calidad, una solución innovadora que acaba al mismo tiempo con la acumulación de este desecho (especialmente problemático en África y Asia) y mejora la tasa de producción agrícola de las tierras tratadas con el fertilizante obtenido”, explica. Su deseo es que este sistema sea aplicado por los productores de arroz a nivel internacional.
Además, en las próximas semanas saldrá a la venta su producto Cafe8coffee, el primer licor de café de lujo, de edición limitada y producido en Colombia, que empezará a comercializarse en el aeropuerto de Bogotá, adelanta.
De forma complementaria, se encarga del área de gestión del conocimiento en Solutions Tech, una empresa de software para organizaciones y servicios de contabilidad y asesoría fiscal, donde desarrolla la metodología y software Bsmooth, una plataforma en la nube para gestionar las actividades de distintas organizaciones. Este proyecto, desarrollado en Guatemala, con miras de asentarse en Panamá primero y en Europa después, indica.
-¿Por qué decidiste convertirte en emprendedor?
-No creo que me convirtiera en emprendedor. Considero que es una actitud que he tenido siempre. Soy muy curioso y me gusta darle vuelta a las cosas, y seguir órdenes me cuesta, por lo que a la hora de trabajar lo que más me motiva es hacerlo para mí mismo, y de ahí que emprendiera. Considero que si voy a pasarme X horas al día trabajando en un proyecto, tengo que sentirme cómodo en el mismo y sentir que estoy haciendo algo importante para mí, ¡y para ello la mejor opción es emprender! Al final emprender es elegir la libertad por delante de la seguridad en lo referente al trabajo y esa fue mi elección…
-¿Es más fácil emprender fuera de España?
-Es difícil contestar a esta cuestión, ya que nunca he emprendido en España… Pero sí que creo que en los países de desarrollo hay ventajas con respecto a Europa, ya que el mercado está menos desarrollado en general y las oportunidades se multiplican. Digamos que hay “mucho por hacer”. Además, en Latinoamérica, el simple hecho de ser europeo nos da una ventaja, ya que automáticamente te ganas un respeto extra que nos beneficia.
-¿Con qué dificultades te has encontrado a la hora de crear y mantener estas empresas?
-Las dificultades son muchas. Lo primero de todo y quizás lo más importante es encontrar a los socios adecuados, con los que compartas valores, visión, objetivos y cultura de trabajo. Además, a la hora de emprender uno tiene que estar dispuesto a llevar a cabo cualquier labor (temas legales, desarrollo de producto, marketing, ventas, servicio al cliente, etc) sin que se te caigan los anillos. Emprender no es solo tener una idea y ponerla en marcha, es sobre todo estar dispuesto a cambiar y adaptarte, a probar y probar hasta que haces ‘click’ con el mercado y tienes éxito. Cuando eres emprendedor nunca desconectas del trabajo, ya que tus proyectos se convierten en parte de tu vida. Aunque esto no se si es una dificultad o una ventaja, porque al final uno se crea una rutina que le gusta, entonces no te da pereza ir a trabajar el lunes, y eso desde luego que está muy bien.
-¿Cuáles son tus retos y ambiciones profesionales?
-Mi principal objetivo es tener mis proyectos asentados y funcionando de manera autónoma antes de cumplir los 35 (sin tener que trabajar yo en ellos) para poder viajar y dedicarme a proyectos de carácter más social, pero con la tranquilidad económica que me den los ingresos de mis empresas. ¡En eso estoy!