Una de las primeras medidas de Jair Bolsonaro, al asumir el gobierno de Brasil ha sido el aumento de sueldo de 988 reales, equivalente a 225 euros
El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ha irrumpido en la escena política de su país con un nuevo modelo de economía neoliberal, que pretende la reducción del papel del Estado y la privatización de varios sectores económicos. Los anteriores gobiernos no han abordado las reformas necesarias en materia de empleo y todo ello en un entorno económico global preocupante para un país exportador.
El 60% de electores de Bolsonaro tienen entre 16 y 34 años. De ellos, el 30% es menor de 24 años. Y es que la presencia activa del político en las redes sociales ha sido un punto fuerte durante su campaña que ha motivado el cese del Partido de Trabajadores de Lula. De acuerdo al último informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), 27,6 millones de personas está sin trabajo. Este será sin duda un reto que prevé concretar en los próximos cuatros años que dure su mandato.
Alta tasa de desempleo
El Informe elaborado por la OIT ‘Panorama Laboral‘, resalta que el desempleo en Brasil representa el 40 % de la Población Económicamente Activa en Latinoamérica. Si bien es cierto, que la tasa de desempleo, era del 6,9% hace cuatro años, y subió al 12,5% en 2017 para finalmente descender a finales de 2018, solo hasta el 11,6%, una cifra que sigue siendo muy alta, especialmente en el paro juvenil (menores de 29 años) que se sitúa prácticamente en el doble, con un 21,8% de desempleo. A esto se suma la informalidad laboral. Según ese mismo estudio, dos de cada cinco nuevos trabajadores no tienen un contrato de trabajo.
Ni bien asumió el mando, Bolsonaro ha firmado su primer decreto en el que ha subido el salario mínimo a 988 reales, lo que equivale a 225 euros. Esto supone un aumento del 4,61% con respecto al año pasado. Una medida que los brasileños han tomado como un cambio y esperanza en el futuro.