El estudio señala que por cada siete mujeres que emprenden en la región lo hacen diez hombres
La Organización Internacional de la Juventud para Iberoamérica (OIJ), con el apoyo de Deusto Business School y el Global Entrepeneurship ha elaborado el informe Emprendimiento Juvenil, la clave para la empleabilidad. Se trata del primer estudio de carácter global de los 21 países iberoamericanos que forman parte del OIJ basada en indicadores comunes que puedan ofrecer una panorama de la situación del emprendimiento en cada país, y en la región en su conjunto.
El documento detalla, además, algunas claves que orienten a los gobiernos en el diseño de políticas públicas dirigidas a este colectivo. Este grupo lo componen 19 naciones americanas –Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela- y dos europeas– España y Portugal.
El perfil del emprendedor
El estudio confirma que el emprendimiento juvenil está configurándose como una palanca de empleo, desarrollo y prosperidad en Iberoamérica. El estudio confirma que el emprendimiento juvenil está configurándose como una palanca de empleo, desarrollo y prosperidad en Iberoamérica. Así lo ha revelado los más de 10.000 datos sobre la juventud y sus oportunidades para empoderarse.
La generación de nuevos, mejores puestos de trabajo y la formalización del empleo existente para los jóvenes, se constituyen en uno de los más importantes desafíos de la región. También se estima que 6 de cada 10 jóvenes ocupados realizan empleos informales, lo que implica malas condiciones de trabajo, sin derechos, ni protección ni seguridad social.
Aunque el interés por el emprendimiento femenino es una tendencia creciente en todo el mundo, su peso en la dinámica emprendedora todavía varía considerablemente entre países y regiones geográficas. De acuerdo con la OCDE, las mujeres tienden a tener menores tasas de participación en el emprendimiento, ya que se enfrentan a más obstáculos sociales y culturales que los hombres. Estos obstáculos incluyen: niveles más altos de responsabilidad doméstica; niveles más bajos de educación; la ausencia de modelos femeninos en el sector empresarial. Sin duda, estos factores pueden impedir que las mujeres perciban y actúen en las oportunidades de emprendimiento.
Aunque en algunos países, las mujeres de 18 a 24 años, muestran índices de TEA (tasa de actividad emprendedora) más altos que los hombres. En esa lista se encuentran: Argentina, Brasil, Panamá y El Salvador. En cambio, Portugal y República Dominicana tienen la mayor brecha en términos de TEA. Colombia y Uruguay también perciben grandes diferencias de género. Entre la juventud mayor, Perú es el único país donde las mujeres muestra índices de TEA más altos que los hombres.
Los jóvenes españoles
La juventud española en su conjunto es 2,5 veces más propensa a ejercer una actividad emprendedora en la fase inicial en comparación con los adultos (35 años y mayores). Los datos de este informe indican que la participación de la mujer en la actividad empresarial está por debajo de la de los hombres. Así, por cada diez hombres, solo ocho mujeres están implicadas en la puesta en marcha de un negocio. Mientras que entre la juventud mayor la proporción es de siete a diez.
Entre la juventud mayor, una relación muy similar se aplica a la actividad empresarial consolidada. Sin embargo, entre la juventud joven los hombres son casi tres veces más propensos que las mujeres a ser propietarios de las empresas consolidadas.