Los expertos nacionales e internacionales reunidos el martes en el marco del Bilbao Youth Employment Forum reclamaron a los gobiernos que abandonen la austeridad y apuesten por políticas de crecimiento económico como primer paso para la creación de empleo. Repartidos en tres sesiones de trabajo paralelas, representantes empresariales, sindicales, del ámbito académico y de organizaciones como la OIT, la OCDE o el Consejo de la Juventud analizaron las barreras que impiden a 5,5 millones de jóvenes europeos menores de 25 años acceder a un puesto de trabajo.
Además de las críticas a la austeridad, que «destruye recursos y ha impactado sobre todo en los jóvenes», otras propuestas tuvieron como protagonista a la formación que reciben los estudiantes. Fueron frecuentes las referencias a la necesidad de un mayor acercamiento entre la universidad y la empresa. En este sentido, se abogó por implantar de forma masiva la formación dual que combine contenidos teóricos con prácticas profesionales, una fórmula que ha producido una inserción laboral superior en países como Austria y Alemania.auste
Esta mayor colaboración debería extenderse también a las instituciones públicas y privadas, según los expertos, y a los departamentos en los que están distribuidas las competencias de los propios gobiernos. La necesidad de una mayor armonización y regulación fiscal, la reducción de los obstáculos reguladores para la movilidad de las personas, el desarrollo de una cooperación transfronteriza de universidades y empresas e invertir de manera selectiva en sectores de futuro como la biomedicina o la economía verde fueron otras propuestas que expuso el profesor de Sociología de la UPV, Eguzki Urteaga.
Escuchar a los jóvenes
Marco Ricceri, presidente científico de la Red Europea de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo, acercó las conclusiones de la segunda sesión paralela. Su resumen comenzó con una recomendación: escuchar a los jóvenes antes de reforzar las políticas públicas de empleo, puesto que componen un colectivo «muy complejo, variado y que cree en el futuro». Auguró «problemas sociales y para el sistema democrático si no atendemos a los que están al margen del mercado de trabajo o en el subempleo».
El moderador apostó por guiar a los jóvenes hacia el empleo desde las etapas tempranas de la enseñanza. Ricceri también hizo referencia a la austeridad, sobre la que dijo que debe quedar atrás ya que «tenemos que generar riqueza y distribuirla; hay que llegar a un consenso de que lo social es un factor productivo«. En esta época de cambios rápidos y continuos, recomendó adaptar las normas a las nuevas realidades económicas para, por ejemplo, facilitar la creación de empresas.
El director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto, analizó en el resumen de la tercera sesión plenaria las tres coincidencias que detectó en el debate entre los embajadores de Noruega, Austria, Canadá y Guatemala sobre cómo obtener un mercado de trabajo sostenible: políticas económicas para la creación de empleo, potentes sistemas educativos y un diálogo social fuerte. Respecto al primer punto, incidió en la necesidad de que las políticas económicas y de empleo se diseñen con vistas a medio y largo plazo y que sus resultados sean evaluados. Respecto a la enseñanza, la recomendación se centra en dotar a los jóvenes de competencias «diversas y pluridireccionales» para que se puedan adaptar mejor a las necesidades de unas empresas que «muchas veces no saben lo que van a necesitar en el futuro». Igualmente, tras alabar las virtudes de la formación dual hizo referencia a la formación inclusiva con el objetivo de no dejar de lado a aquellos que no alcanzan un nivel excelente.
En su relato de las conclusiones de su mesa de trabajo, Nieto concluyó alertando de que el diálogo social ha sufrido «deficiencias enormes desde que empezó la crisis», lo que resulta perjudicial para todas la partes. A su juicio, los representantes del gobierno, trabajadores y empresarios deberían recuperar unas relaciones «normalizadas para articular políticas económicas y de empleo eficaces». En este sentido, señaló que los expertos han acuñado el término ‘diálogo social plus’, cuyo valor añadido sería la presencia de organizaciones juveniles en las mesas donde se debaten cuestiones como las relaciones laborales o el futuro de las pensiones.