La OIT ha elaborado un informe en el que describe los desafíos planteados por las nuevas tecnologías, el cambio climático y el cambio demográfico
Los avances tecnológicos, la inteligencia artificial, la automatización, la robótica y la ecologización de la economía crearán nuevos puestos de trabajo. Y también hay quienes van a perder sus empleos en esta transición que en su mayoría serán los menos preparados para aprovechar las nuevas oportunidades. Así resume la investigación titulada ‘Trabajar para un futuro más prometedor’ elaborado por la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En esta investigación se plasma la urgencia de los cambios que afronta el mundo del trabajo y las ideas sobre cómo encauzar y aprovechar mejor estas transformaciones. Aunque estas cuestiones ya fueron advertidas en el foro Económico Mundial de 2018 que planteaba que al menos el 50% de las empresas corrían el riesgo de que la automatización reduzca su fuerza de trabajo a tiempo completo en 2022.
De acuerdo con el estudio, se esperan innumerables oportunidades para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y cerrar la brecha de género, pero para que esto suceda se necesitan acuerdos y políticas que profundicen en las desigualdades. También se advierte que las competencias de hoy no se ajustarán y las nuevas competencias adquiridas puedan quedar desfasadas rápidamente.
Nuevas oportunidades
Las nuevas oportunidades de trabajo pasa por el cuidado del medio ambiente con la ecologización de la economía. La necesidad de reducir la huella de carbono pone sobre la mesa el desarrollo y creación de nuevos empleos para mejorar la vida en el planeta. Esto también se traduce en la pérdida de otros empleos, en los países cuyas industrias estén basadas en el carbón. Sin duda será una revolución de los puestos de trabajo.
El documento propone una visión de un programa de empleo centrado en las personas, basado en la inversión en las capacidades de los individuos, las instituciones laborales y en el trabajo decente y sostenible. Además lanza unas recomendaciones que implican una garantía universal de empleo, protección social, el derecho universal al aprendizaje con respecto a las nuevas tecnologías, mayores inversiones en las economías rurales, entre otras.
Finalmente en el documento la Comisión Mundial de la OIT sobre el Futuro del Trabajo insta a los gobiernos a comprometerse a adoptar una serie de medidas a fin de hacer frente a los desafíos generados por los profundos cambios sin precedentes que tienen lugar en el mundo del trabajo.