El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuesta por reducir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o las cotizaciones sociales que pagan las empresas para incentivar la contratación de los trabajadores más jóvenes, con una tasa de paro de alrededor del 50% en España.
Esta es una de las conclusiones del informe ‘Desempleo juvenil en las economías avanzadas de Europa: En busca de soluciones’, presentado este miércoles por Angana Banerji, economista senior del FMI, y Ángel de la Fuente, director de Fedea.
El estudio subraya que el empleo juvenil está relacionado especialmente con el crecimiento económico, hasta el punto de que cada punto porcentual de crecimiento del PIB español se traduce en dos puntos porcentuales de caída del paro juvenil.
El razonamiento de esta afirmación se basa en que estos trabajadores españoles se emplean, sobre todo, en trabajos temporales, que son los primeros en destruirse durante las crisis, en su mayor parte, en pymes (75%), que presentan una mayor vulnerabilidad al trabajar en sectores muy sensibles a los ciclos económicos.
En este sentido, el FMI considera necesario estimular la demanda para generar crecimiento, y especifica que el empleo juvenil es aún más sensible a la demanda interna que al impulso de las exportaciones porque se encuentra concentrado en sectores con vocación más doméstica.
El FMI añade que la reducción del paro juvenil pasa por incrementar el gasto en políticas activas de empleo y por poner más énfasis en la formación vocacional.