Los reclutadores cada vez buscan más habilidades sociales y personales como el liderazgo, la creatividad o la capacidad de adaptación
Según un estudio de la consultora iCIMS Hiring Insights, el 94% de los expertos en reclutamiento cree que un empleado con buenas ‘soft skills’ o habilidades blandas tiene más oportunidades de promocionarse a puestos de responsabilidad que alguien con más experiencia pero menos empatía, creatividad o capacidad de adaptación. Otro informe elaborado por la red social profesional LinkedIn asegura que los reclutadores de talento ponen el foco en los candidatos que mejor conjugan esas habilidades blandas con las llamadas ‘hard skills’ o competencias duras.
Pero, ¿que son esas ‘soft skills’? En primer lugar, hay que tener claro que se denomina competencias duras a aquellas que, básicamente, se han obtenido a través de los estudios o la práctica profesional. Las blandas, por su parte, son aquellas habilidades sociales y personales que permiten adaptarse a diferentes situaciones tanto en el ámbito doméstico como en la empresa.
Cuáles son esas competencias blandas básicas que, a juicio de las empresas, deberían tener hoy en día y en un futuro todos los empleados varían ligeramente en función de los estudios o informes a los que se atienda. Según el de la Universidad de Kentucky, las cinco ‘soft skills’ más valoradas son: la integridad, la capacidad de comunicación, la responsabilidad, las habilidades sociales y el liderazgo. En el estudio de LinkedIn se añade además la creatividad como un gran valor en alza, al igual que la adaptabilidad y el trabajo en equipo. Y a ellas hay que añadirle las que recoge el informe ‘El futuro del trabajo’ del Foro Económico Mundial: la iniciativa, la originalidad y el pensamiento crítico, habilidades que serán cada vez más requeridas.
Sin embargo, las que más coinciden los expertos como básicas y muy bien valoradas son:
– Trabajo en equipo: más del 30% de las empresas cree que sus empleados no cuentan con esta habilidad que, muchas veces, parece básica. Sin embargo, aptitudes como el saber escuchar o la empatía son esenciales para trabajar bien entre varias personas y, especialmente, para crear relaciones sólidas en el puesto de trabajo que, además, faciliten el trabajo conjunto.
– Comunicación: tanto oral como escrita. El 46% de los reclutadores consideran que los candidatos no tienen buenas capacidades comunicativas. Sin embargo, es vital saber hacerse entender y expresarse. A nivel escrito es importante no caer en las tentaciones del ‘mal escribir’ de las redes sociales y el Whatsapp y, a nivel oral, es vital aprender a conectar son la audiencia y ser persuasivo. Controlar ambos ámbitos puede, incluso, ayudar a resolver conflictos y llegar a soluciones conjuntas.
– Pensamiento crítico: también considerado adaptabilidad o resolución de problemas, el 60% de las empresas cree que sus empleados no cumplen con esta ‘soft skill’ y, sin embargo, es una de las más importantes porque ayuda a demostrar que se es capaz de afrontar cualquier imprevisto que surja en el ámbito laboral. Igual de importante es saber manejar bien el estrés y la ansiedad, aspectos básicos en un equipo cuando se generan cambios muy bruscos o hay mucha carga de trabajo, o la inteligencia emocional.
– Liderazgo: casi el 45% de los empresarios buscan un buen líder para se equipo y, de hecho, esta habilidad es una de las más demandadas. No en vano, un buen líder les supone a las empresas una gran herramienta para conseguir el compromiso y la alta productividad de los empleados a su cargo.
– Creatividad: según LinkedIn será la cualidad más deseada durante este 2019 para los reclutadores. Una idea que se respalda con las previsiones del Foro Económico Mundial, que pronostica que en 2020 será la tercera habilidad más demandada por las empresas. La razón, la automatización o robotización que se prevé en muchos procesos en un futuro no muy lejano y ante la que la creatividad será un elemento esencial y diferenciador para concebir nuevas ideas.