Steve Tobak se describe a sí mismo como consultor de gestión, ‘coach’ ejecutivo, orador y exejecutivo senior en la industria de la alta tecnología. Actualmente, dirige la consultoría estratégica Invisor con sede en Silicon Valley.
Basándose en su experiencia, Tobak nombra 7 clases de personas que es mejor echarlas sin peros, y mejor antes que después. (Y lo que no dice: mejor no haberlos contratado. Pero las apariencias a veces engañan):
- Los agitadores. Que crean más problemas que los que resuelven.
- Los que prometen de sobra pero que incumple las promesas.
- Los que hacen huir al cliente (que es difícil de conquistar pero fácil de perder).
- Los que no saben o no quieren hacer su trabajo (que para hacerlo los has contratado).
- Los que se escapan. Son los que dan la impresión de participar pero cuando llega el momento no puedes contar con o confiar en ellos.
- Los legítimos. Que actúan como jueces. La mitad de su mente está en su trabajo y la otra mitad a esperar el desliz de un compañero para denunciarlo.
- Los que ignoran el código de conducta. Los insubordinados, los mentirosos, etc.
“La gente siempre se queja de lo estresante que es su trabajo, pero, en mi experiencia, no hay nada más estresante que tener que tratar con empleados que no están cumpliendo y que arrastran el conjunto hacia abajo”, dice Tobak.
Estos son los empleados ‘negativos’, empleados indeseables.
A los positivos, los que crean un buen ambiente, todo lo contrario. Hay que animarlos, para que se sientan una parte importante de la empresa. He oído decir a más de un empresario honesto: “La empresa la forman las personas”.
Publicado por René Aga para ‘Construyendo capital humano’ el 14 de mayo de 2014