Diferentes entidades ofrecen a los jóvenes contratos de prácticas en el extranjero
Cada vez es mayor el número de jóvenes que emigra de España con el objetivo de finalizar los estudios o tener una primera incursión en el mundo laboral. Según el Instituto Nacional de Estadística, entre enero de 2012 y diciembre de 2014, más de medio millón de personas con edades que abarcan entre los 18 y 35 años hicieron las maletas. Unas cifras que siguen creciendo debido a la escasez de empleo y las dificultades salariales. Muchos viajan sin una oferta laboral concreta, pero con la esperanza de conseguir un trabajo que les permita sentirse útiles. En otros casos, diversos organismos o fundaciones ofrecen a algunos jóvenes la oportunidad de iniciarse en un proceso de integración profesional y social, a nivel internacional, mediante contratos de prácticas en empresas e instituciones.
Es lo que ofrece, por ejemplo, Novia Salcedo Fundación a través de su programa Global Training. Héctor González Redondo no dudó en inscribirse en la iniciativa gracias a las recomendaciones de un amigo. En opinión de este bilbaíno de 22 años, «este tipo de becas suponen una buena opción para aquellos que recientemente han finalizado sus estudios universitarios». Con un programa amplio de ofertas, la mayor preocupación de los demandantes no es el destino, sino «adquirir experiencia laboral en el extranjero». González estuvo entre noviembre de 2014 y junio de 2015 en Londres, «la capital europea por excelencia, donde la situación laboral favorece mis intereses personales y profesional».
Proyectos solidarios
Graduado en Lenguas Modernas por la Universidad de Deusto, le fue asignado un contrato de seis meses en una ‘charity’, es decir, una asociación o institución de caridad sin ánimo de lucro, que ayuda a recaudar fondos con los que financiar proyectos de ONG, asociaciones o escuelas como talleres de jardinería, pintura, deportes… «Una vez captados los proyectos, se los ofrecíamos a las distintas empresas que eran socias para que formaran sus equipos de voluntarios y colaboraran con las iniciativas escogidas». Una experiencia totalmente positiva, condicionada, en mayor medida, por un ambiente de trabajo «ameno, sano y respetuoso». Y añade: «he tenido la suerte de convivir con un equipo de personas maravillosas que han hecho de mi estancia una experiencia fantástica».
Para llevar a cabo la inscripción en el programa, el solicitante ha de cumplir una serie de requisitos: ser menor de treinta años, nivel de idioma óptimo acorde al país solicitante, así como no haber sido previamente beneficiario de otra beca, además de ser residente en la Comunidad Autónoma Vasca. No obstante, sin duda lo que más agradece este joven es la subvención aportada por el Gobierno vasco «de 6.600 euros que me permitían pagar el alquiler al completo de un piso a escasos 10 minutos del trabajo, en pleno centro de la capital».
¿Y sobre el futuro? Héctor González lo tiene claro: «a partir de septiembre, moverme por las diferentes empresas en busca de empleo, como gran parte de nosotros, aunque sin descartar retomar otro tipo de estudios». Sobre su estancia en una de las ciudades más cosmopolitas de Europa, señala que ha sido una «experiencia fascinante que ha permitido engordar mi currículum». Eso sí, no se aventura a dar una respuesta sobre si permanecería una temporada más fuera de España, pese a que existe la posibilidad de que se prorrogue el acuerdo entre becado y empresa «mediante unas condiciones como mínimo iguales que en el primer contrato». Para la próxima campaña, Novia Salcedo ha concedido otras 43 becas.