Una encuesta elaborada por Cambridge Monitor dedica su quinta edición a la ‘Innovación en la Educación’ en España de mano de quienes mejor conocen la situación: los profesores y profesoras. Las conclusiones de este barómetro no son nada alentadoras pero dejan claro que la educación necesita adaptarse a la nueva realidad en la que se vive, en la que el bullying, los recortes y los conflictos entre padres y profesores están a la orden del día.
Entre las preguntas que se realizaron a los 1.133 profesores que participaron de la encuesta, el 55% de ellos considera que el sistema educativo español actual no prepara a los jóvenes para el futuro. Y en esa línea estiman que el mercado laboral valorará más las competencias que los conocimientos y que deberá replantearse la dinámica de evaluación a los alumnos. También destacan que el sistema educativo necesita adaptarse a los cambios que está sufriendo la sociedad con la tecnología.
Tras este problema, el 67% del colectivo consultado subraya que el sistema se ha quedado obsoleto y no responde a las necesidades del siglo XX, sobre todo en la franja de de los más jóvenes, 18-30 años. Por ello reclaman un pacto de Estado para mejorar la educación, sin embargo el 84% no cree que la educación no es una prioridad para los políticos. Una cifra similar, el 84% destaca que el sector sufre una falta de recursos y estos afectan negativamente a la calidad de la educación española.
Nivel muy lejos de Europa
Los docentes también han comparado el nivel educativo frente al resto de países europeos. Aunque la mayoría valora que se debe cambiar el actual sistema para ponerse a la altura del estándar europeo, por eso el 40% no confía que algún día se iguale a los países nórdicos. Aún así, el 31 % confía que en al menos diez años se ubicará a la altura de los mejores modelos como Finlandia, Dinamarca y Alemania.
Otra de las preocupaciones de los educadores pasa por los nuevos enfoques de enseñanza que deberían aplicarse en los colegios. A los docentes les interesa el aprendizaje colaborativo y la educación emocional por lo que valoran una metodología prioritaria en esa postura. Sin duda, uno de los objetivos educativos más importantes para los equipos encuestados son: formar ciudadanos responsables, igualdad de oportunidades de género, respeto de la diversidad y resolver el bullying. Por lo que consideran que, de estos objetivos educativos, el más implementado en los centros debería ser el respeto a la diversidad. Y entre las competencias esenciales para el futuro de los alumnos deberían predominar la autonomía, la capacidad para resolver problemas y el pensamiento crítico.
Docentes y padres, una mala relación
El 94% del profesorado asegura que los padres delegan en la escuela la responsabilidad de la educación de sus hijos. Esta creencia se trata de una tendencia constante en todos los grados de enseñanza. Tanto es así que, el 76% de los encuestados siente que los padres han perdido el respeto y la confianza hacia ellos. Mientras que, un 86%, sí se sienten respetados por los alumnos. Del mismo modo, manifiestan que los padres son el colectivo que peor valora su trabajo y que el que mejor lo hace son sus propios alumnos, por encima de sus compañeros y la dirección del centro.
Respecto a una de las principales fuentes de conflicto entre padres y profesores en los últimos años, los deberes y exámenes, más de la mitad del equipo docente no considera que los alumnos tengan ni demasiados exámenes, ni demasiados deberes. Mientras que, sobre si los deberes deben realizarse fuera o dentro del horario lectivo, no hay unanimidad; el 34% considera que deben hacerse fuera del horario lectivo, el 26% durante el mismo y el 41% no está seguro de qué es lo más recomendable.