El deporte en su sentido más amplio ha sido uno de los sectores que mejor ha podido sobrellevar la tormenta financiera en la que nos hemos visto sumergidos desde hace algunos años. Los niveles de participación -especialmente entre los jóvenes- permanecen estables a pesar del ciclo económico, tanto del deporte base como de las competiciones profesionales. Lo cual nos evoca la idea de que este sector tiene grandes capacidades para albergar en su seno diferentes iniciativas para la creación de empleo que favorezca a los jóvenes.
Es un fenómeno global de masas, donde la ‘Economía del Deporte’, al menos en Estados Unidos, lleva tiempo implementándose, dando buenos resultados. La Unión Europea es consciente de la importancia de este sector para la recuperación de la economía del viejo continente y la creación de puestos de trabajo. Llega a representar el 3% del valor añadido bruto de la UE y casi 5 millones de personas son empleadas en este sector. Dada la situación actual de los jóvenes en el mundo, con graves problemas para insertarse en el mundo laboral tras su paso por las universidades, el deporte ofrece posibilidades de creación de empleo juvenil y apoya al desarrollo económico local. Por no hablar de los efectos colaterales que produce la celebración de una competición deportiva en otros sectores locales como el turismo, el transporte o la cultura entre otros. Además, está en estrecha sintonía con la innovación como podemos observar en las marcas textiles, la electrónica o el área aeroespacial que están enfocadas al mundo deportivo.
Motor económico
Conscientes del auge, no ha sido casualidad que la Unión Europea haya organizado varios eventos al más alto nivel, que pivotaron en torno a esta idea del deporte como uno de los motores económicos. El deporte ofrece un entorno a los jóvenes donde poder perfeccionar capacidades y valores fundamentales que son reconocidas en el mundo laboral. Prueba del ‘empujón’ que la UE quiere dar a este sector es la reciente creación de Erasmus+, que también abarca ámbitos deportivos.
Beyond the scoreboard, publicado por la OIT en 2006, ofrece una radiografía de la situación del deporte como factor económico en los distintos continentes. Uno de los apartados indica la validez de este fenómeno para la creación de empleo joven, además del voluntariado, que si bien no es remunerado puede ofrecer a los jóvenes nuevas capacidades formativas. En definitiva, si hay algo que ha puesto de manifiesto la crisis financiera es que hay que buscar nuevas formas de creación de empleo, lejos de las clásicas y rígidas estructuras en tiempos de bonanza.