Las experiencias laborales de Hungría y Polonia destacan en el seminario sobre empleo juvenil organizado por la Universidad de León
Las facultades de Derecho y Ciencias del Trabajo de la Universidad de León organizaron a finales de octubre un seminario bajo el lema ‘Empleo juvenil. Un reto para Europa’, en el que expertos procedentes de varios países expusieron durante dos días algunas de las experiencias que se están poniendo en práctica para impulsar las oportunidades laborales entre los jóvenes. Las jornadas, a las que acudieron un centenar de alumnos de Grado, Máster y Doctorado, investigadores e incluso profesores y alumnos de Bachillerato, forma parte de un proyecto de investigación sobre empleo iniciado hace dos años y financiado por el Ministerio en el que las universidades de León, Cantabria y Valladolid abordan esta cuestión desde tres perspectivas distintas: jóvenes, mayores y emprendimiento.
El profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad de León y miembro del comité organizador, Juan José Fernández, resalta que durante el evento «se analizaron problemas que son comunes a Europa y prácticamente a todo el mundo y se vio hasta dónde ha dado la imaginación para encontrar salidas, porque estamos haciendo prácticamente innovación». De entre todos los casos expuestos, a este docente le llamaron especialmente la atención dos iniciativas de Hungría y Polonia que, a su juicio, se pueden trasladar a España. En el caso del país magiar, más de 120.000 estudiantes están integrados en cooperativas escolares que les permiten compatibilizar estudio y trabajo con altas dosis de flexibilidad. «Aquí contamos con la figura de las empresas de estudiantes en la Ley de Emprendimiento, pero ni tiene un buen presente ni parece que vaya a gozar de un buen futuro», apunta. Los docentes húngaros György Kiss y Attila Kun explicaron además cuáles son las características del marco normativo del empleo juvenil en su país.
Becas con vinculación laboral
Respecto al caso polaco, donde se puede empezar a trabajar a los 15 años, el programa Iniciativa por el Talento conecta una red de universidades públicas con varias multinacionales que ofrecen a los estudiantes más brillantes becas para que concluyan los estudios en el país de origen de la empresa. La formación incluye asimismo una vinculación laboral de entre dos y tres años. «Estamos hablando de un plan que está bastante articulado, que trata de buscarles la mejor salida fuera de Polonia, con un volumen de entre 50.000 y 60.000 jóvenes y planes de retorno. Es una movilidad estudiantil muy interesante; en España estamos todavía con el Erasmus y cuando acabas la carrera te marchas donde buenamente puedes», comenta Fernández. Dos profesores de la Universidad de Gdansk expusieron otras medidas del Gobierno como la transición desde un contrato civil a otro laboral.
Hasta la capital leonesa se desplazó Sunita Bois-Singh, de la Universidad del Pacífico Sur, en la República de Vanuatu. «Queríamos conocer cómo están organizadas las relaciones laborales fuera de Europa, cómo son las migraciones sur-sur, los movimientos juveniles en esas zonas…, porque en la próxima edición, que se celebrará en Valladolid, pretendemos analizar la situación en África, América y el Pacífico Sur», señala el representante del comité organizador. Sunita Bois-Singh, quien también conoce la realidad neozelandesa y australiana, expuso las peculiaridades del sistema que rige el empleo en las Antípodas, lastrado por la adicción al alcohol y las drogas en la que están sumidos la mitad de los jóvenes.
Una vez concluido el seminario, en el que hubo tiempo para analizar las nuevas formas de iniciativas empresariales y la situación del desempleo en España, Juan José Fernández reflexiona sobre la necesidad de alcanzar en nuestro país «un pacto entre generaciones para el reparto del empleo». «No podemos tener a gente cuya expectativa de encontrar un trabajo estable comience a los treinta y pico, mientras que quienes pertenecen a la franja de edad de 35 a 45 años disfrutan de plena ocupabilidad. Estamos prácticamente sacrificando una generación entera en aras de la generación anterior», afirma. Fernández aboga por repartir el empleo aplicando cupos de reserva a favor de los jóvenes, como se ha hecho en Alemania. «No creo que fuera algo traumático, de hecho ya se ha aplicado algo similar en favor de las mujeres».
Fracaso general de la garantía juvenil
Una de las preocupaciones que existe en Europa es el alto número de jóvenes que han decidido abandonar los estudios y no buscan trabajo. La Unión Europea decidió intentar atajar este problema con la implantación en 2014 de la garantía juvenil, una fórmula para que los jóvenes desocupados menores de 30 años puedan acceder a experiencias laborales y formativas durante un máximo de cuatro meses. En el seminario celebrado en León se constató, según el profesor Juan José Fernández, los bajos porcentajes de jóvenes que se han apuntado a esta iniciativa tanto en España como en otros cinco países analizados. «Nos ha llamado la atención la generalización del fracaso absoluto de la garantía juvenil. Es una cuestión muy preocupante porque existe una resistencia profunda de los ‘ninis’ a abandonar cualquiera de los ‘ni'».
Frente a esta fórmula que no termina de seducir, países como Austria y Alemania están optando por obligar a aquellos jóvenes que reciben alguna prestación económica por parte del Estado a realizar actividades durante una serie de horas al día en beneficio de la comunidad. «Se trata de trabajos que no son en absoluto degradantes y, de hecho, el gobierno de Baviera, primer estado alemán en el que se ha probado, ha recibido más de 100.000 cartas de agradecimiento de los padres de esos chicos», valora el experto en Derecho del Trabajo.