Oskar Álvarez, gerente de Asaken-Trabajos verticales, participó en el foro BYEF, que se celebró el pasado 26 de noviembre en Bilbao, un evento que reunió a profesionales de diferentes sectores para la generación de conocimiento nuevo y de búsqueda de soluciones viables en el campo del empleo del futuro, con especial enfoque en el empleo juvenil. Álvarez centró su exposición en la manera en que una afición deportiva se ha convertido en una empresa de alto valor añadido como es Asaken.
– Háblenos de los orígenes de Asaken ¿Cómo fue ese proceso de reunir personas con diferentes perfiles, pero con una misma pasión, en una cooperativa de trabajo? ¿Cuánto tiempo les tomó llegar a ello?
El proceso fue algo paulatino y a su vez bastante espontáneo. El mercado de trabajo en el sector de los trabajos verticales era algo orientado casi completamente al mercado de la rehabilitación, esto es, obras pequeñas por lo general en comunidades de vecinos. Los puestos de trabajo que aquí se movían no solían ser puestos fijos, o al menos no gozaban de la continuidad o las ventajas de otros sectores. El hecho de comenzar con la aventura de una cooperativa en este sector es algo que por sí solo atrajo a varias personas en aquel entonces.
– El cooperativismo tiene una profunda tradición en Euskadi ¿Aún goza de buena salud? ¿Cree que la crisis ha provocado que se perciba el modelo cooperativista de una manera diferente?
Me atrevería a decir que el cooperativismo es algo que se ha reforzado con la crisis. Por un lado, la creación de nuevas cooperativas es algo que se ha disparado y aunque es cierto que muchas veces la cultura cooperativa o el cooperativismo no siempre van de la mano de esta forma jurídica, la sensación es positiva. La cultura cooperativa se está visualizando como una alternativa interesante, que aporta valores y formas de funcionamiento más acordes con los nuevos paradigmas de transparencia, reparto de trabajo, proyecto compartido, etc.
– Recientemente han empezado a realizar trabajos fuera del país. ¿Cómo son las relaciones laborales en otros entornos?
Pues las relaciones laborales se hacen más complejas, ya que al tratarse de trabajadores desplazados a otro país, muchas veces no solo se comparten las jornadas de trabajo, sino las 24 horas del día, el apartamento, etc. Todos sabemos que la convivencia es muy exigente.
– ¿Cómo percibe su sector de trabajo?
Lo percibimos como un sector en auge, aún existen multitud de mercados o industrias en los que las técnicas de acceso mediante cuerda no están implementadas, y podrían suponer importantes mejoras en cuanto a seguridad, productividad, etc. Por otro lado está el sector eólico marino, que crece a un ritmo exponencial y en el que el acceso mediante cuerda no tiene rival.
– ¿Qué cualidades debe tener un joven con una afición deportiva como esta para formar parte de la cooperativa Asaken? ¿Cómo se convierte un deporte en una alternativa laboral?
Pues sobre todo vocación y ganas, percibir este trabajo como una parte de su vida en la que desarrollarse como profesional y como persona.
– Asaken cuenta además con un área formativa y prácticas de trabajo ¿podría hablarnos un poco de esto?
Existe una parte de la empresa que se dedica a dar formación reglada en técnicas de acceso mediante cuerda; una vez superada esta formación es relativamente sencillo trabajar en el sector. En cuanto al tema de las prácticas de trabajo, no son prácticas como tales, sino que es tan amplia la demanda que bastantes personas que realizan los cursos terminan en algún proyecto de Asaken.
– Asaken ha firmado la campaña de apoyo a la declaración de la Década del Empleo Juvenil. ¿Qué les ha impulsado a hacerlo?
Hemos firmado porque nos sentimos identificados con muchos de los aspectos que se proponen en la declaración, creemos importante que las instituciones se involucren en este cambio de paradigma tan necesario.