Rebajar las cifras del paro juvenil está en la agenda de las distintas administraciones y entidades, que se están volcando en analizar y debatir soluciones para que un colectivo que se ha visto fuertemente castigado por la crisis pueda acceder a un puesto de trabajo. En este contexto se enmarca la primera edición de la Jornada de Empleo y Juventud Gazte Up que ha tenido lugar en el museo Artium de Vitoria organizada por El Correo con el patrocinio del Gobierno vasco, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de la capital alavesa.
Más de un centenar de jóvenes universitarios y estudiantes de Formación Profesional escucharon los consejos de representantes políticos y emprendedores de éxito. El consejero de Empleo del Gobierno vasco, Ángel Toña, les animó a «identificar vuestras propias vocaciones. Prefiero aceptar un trabajo de menos calidad, pero en el que esté a gusto». Asimismo, pidió a los jóvenes que «no pierdan ni un minuto” delante de la televisión y hagan “muchas horas de calle». Toña aseguró que los que tienen 23 años no tendrán problemas para acceder al mercado laboral en unas condiciones que «van a ser diferentes, pero mejores». Peor panorama pintó para los jóvenes de 27 a 29 años que no estén trabajando, porque «cada año que pasa es un plus de dificultad».
El consejero vasco también lanzó otros mensajes a los jóvenes, por ejemplo que elijan bien las becas porque «no se cogen becarios para sacar fotocopias. Para eso no hacen falta becarios, como tampoco para sustituir siempre a trabajadores. Otro consejo hizo referencia a que se informen bien de los programas institucionales “porque siempre hay cosas que desconocemos». No ahorró críticas a los empresarios que ofrecen contratos precarios, a quienes recomendó que “piensen que contratan a un hijo, que le traten como si fuera de la familia».
En el turno de preguntas, los jóvenes presentes plantearon sus inquietudes sobre las posibilidades de encontrar un trabajo pasados los 33 años, las dificultades para independizarse del domicilio familiar por los bajos sueldos o las condiciones laborales de los trabajadores veteranos.
La experiencia emprendedora
El protagonismo de la segunda parte de Gazte Up recayó en tres jóvenes emprendedores de éxito: Borja Saracho, Susana Malón y Xabier Uribe-Etxebarria. El primero de ellos, fundador de Bajoelagua Factory, la única bodega bajo el mar que en el mundo, aseguró que emprender es «una oportunidad, una experiencia muy enriquecedora» y conminó a los jóvenes a que se lancen a la aventura «si tienen ese gusanillo, yo personalmente me siento muy realizado». Susana Malón, responsable de la firma Lumínica Ambiental, abogó por dejar a un lado el miedo y la pereza. «El objetivo es plantearte algo a largo plazo. A mí me costó mucho romper con esa sensación de confort que te da ser un asalariado, porque sufrimos altibajos y puede que no tengas un sueldo a fin de mes. Pero con pasión se puede lograr».
Por su parte, Xabier Uribe-Etxebarria, fundador y CEO de Sherpa, una aplicación para los móviles Samsung, no se mostró muy convencido de que el emprendimiento sea una alternativa para todos los jóvenes. «Implica otras responsabilidades. Cuando otros disfrutan por ejemplo un domingo, igual tú tienes que dedicar el día a preparar una reunión de trabajo que tienes el lunes. Es cierto que está de moda, pero el emprendimiento cambiará tu vida», argumentó.