Con una tasa media del 21,5%, continúa el decrecimiento anual de jóvenes que se establece lejos de sus padres
La crisis sigue haciendo mella en uno de los sectores más frágiles de la población: los jóvenes. Según el último estudio del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), un joven asalariado menor de treinta años debería invertir su sueldo íntegro durante al menos 12,3 años para poder adquirir una vivienda. Con una tasa de empleo actual de apenas un 35,5% para aquellos entre 18 y 30 años, emanciparse resulta una tarea muy difícil, teniendo en cuenta que casi ocho de cada diez continúan viviendo junto a sus padres.
Durante los últimos años se ha experimentado un continuo decrecimiento de quienes optan por alojarse lejos de sus progenitores. Del 25,6% en el año 2010, pasando por un 22,1% durante 2013, para finalmente llegar al 21,5% actual, según el último de los estudios realizado por la CJE en el último trimestre de 2014. Lo más preocupante es que las previsiones no auguran un mejor futuro ya que los jóvenes optan por una mayor especialización de sus cursos formativos debido a la imposibilidad de encontrar un puesto de trabajo. Entre quienes aún continúan junto a sus padres, el 64,5% entre 18 y 30 años carecen de ocupación, mientras que el resto tiene un nivel de ingresos escasos para aventurarse en acceder a una vivienda ya sea en propiedad o en alquiler. La media de edad de abandono del hogar se sitúa por encima de la treintena.
La situación que se vive en Euskadi no difiere mucho respecto al resto de España. Se ha experimentado un ligero incremento de emancipación desde finales de 2013 en comparación con el mismo periodo del año siguiente (18,5% frente al 20,3% actual). No obstante, la media vasca se sitúa 1,2 puntos por debajo de la española. Las causas: precios cada vez más al alza así como la complicación de la inserción laboral con elevados niveles de precariedad, temporalidad, subocupación y sobreocupación. La tasa de empleo mejora en el País Vasco con un 36,2%, cerca de tres puntos porcentuales superior a la del resto del país, mientras que el desempleo es inferior respecto a la media española: 19,1% frente a un 26,6%.